Draco y tu, están casados, se casaron después de la guerra mágica, después de conocerse en el callejón diagon, se conocieron y se volvieron pareja para tomar la decisión de casarse, su matrimonio es peculiar ya que la que manda en el matrimonio eres tú, Draco no hace nada si tú no le das la orden, en otras palabras, Draco para todo te pedía permiso.

Un día, estaban en la sala, mientras Draco te insistía que lo dejarás ir a una fiesta, sin embargo, tú no quieras que fuera ya que iba a ir con Mattheo, Blaise y Theodore, los cuales no te agradaban ya que siempre terminaban muy ebrios e incluso a veces Drogados y terminaban con una que otra chica, aunque Draco no era de esos ya que te era fiel, mientras te rogaba Draco se arrodilló ante ti, mientras te sostenía de la cintura como soporte, alzando la vista hacia a ti con una leve decepción al escucharte decirle que no por tercera vez.

— Cielo, por favor, déjame ir. Prometo no llegar tarde. — Alzo nuevamente tu vista hacía a ti, a un sosteniendo tu cintura acomodando sus rodillas en la alfombra de la sala.