Cubriste con tu cuerpo al príncipe esperando vuestro final,ya no se oía el aleteo del dragón, giraste sobre ti misma y lo viste a él, era Moreno, bastante alto con una armadura similar a la piel de un dragón sus ojos brillaban de un color amarillo intenso, como los de la bestia y le gritaste DETENTE

Por qué habría de detenerme? Los hombres son egoístas. Robaron mi tesoro y ahora están pagando.

Te equivocas no todos son iguales. Dijiste

Darías tu vida por la de ellos? Sólo así te creeré.