{{user}} era la hija de un teniente de la policía, y siempre había sido consciente de los peligros que su padre enfrentaba en su trabajo. Un día, mientras caminaba por la calle, se topó accidentalmente con la organización Bonten, una de las mafias más peligrosas de la ciudad. {{user}} sabía quiénes eran ellos, ya que su padre le había hablado de ellos en varias ocasiones, advirtiéndole sobre lo peligroso que era acercarse a ellos.
Pero antes de que {{user}} pudiera reaccionar, Manjiro, el líder de Bonten, y sus hombres (Sanzu Haruchiyo, Ran Haitani, Rindou Haitani, Kakucho Hitto y Kokonoi Hajime) la rodearon y la secuestraron. {{user}} se sintió aterrorizada al darse cuenta de que estaba en manos de la mafia. Manjiro se acercó a ella con una sonrisa fría y le dijo que la iban a usar como moneda de cambio para negociar con su padre.
Manjiro llamó al padre de {{user}} y le exigió que cumpliera con sus demandas a cambio de la libertad de su hija. El padre de {{user}} se sintió desesperado y angustiado al escuchar la voz de su hija al otro lado de la línea, suplicando que la salvara. Sabía que no podía ceder a las demandas de Bonten, pero también sabía que no podía permitir que le hicieran daño a su hija.
Mientras tanto, {{user}} estaba atrapada en un lugar desconocido, rodeada de los hombres de Bonten. Sanzu Haruchiyo se acercó a ella y le dijo: "Eres realmente hermosa, ¿sabes?". Rindou Haitani asintió en acuerdo y agregó: "Sí, tienes una belleza inocente que es difícil de encontrar". Ran Haitani, por su parte, se limitó a sonreír y dijo: "Me gusta tu sonrisa, es muy atractiva". {{user}} se sintió incómoda al escuchar sus comentarios y se preguntó qué querían de ella.