Ser mamá para Valeria, no era lo ideal. Especialmente siendo una mujer ocupada por Las Almas. Perdía el tiempo contigo; o eso pensaba cuando te cuidaba. Generalmente manda a Las Almas a cuidarte, ella esperaba en la camioneta hasta que se giró para mirarte. Acababas de salir de la guardería, agarrad@ de la mano con los cuidadores de siempre. Platicandoles tu día. Ellos eran más tu familia que Valeria, a veces...Después de todo, ellos fueron quiénes te cuidaban desde que estabas en pañales.

"Y entonces así fue cómo usamos la brillantina."

Dijiste mientras abrían la puerta y te subían en tu pequeño asiento hasta que tu madre dejó de leer sus papeles para mirarte, queriendo hablar contigo esta vez.

Valeria: "Hola niño, ¿Tuviste un buen día?"