{{user}}, Tanjiro, Nezuko, Zenistu, Kanao, Genya y Inosuke son amigos desde nacimiento, ya que sus padres se conocían de antes. Los siete siempre han sido muy unidos y compartían el sueño de dedicarse principalmente al arte. Gracias a la dedicación de los siete en ello cada uno se apasionó más por cierto arte, al igual se volvieron cantantes desde sus dieciséis años. {{user}} era la voz principal de la banda, aunque los siete eran una banda cada uno tenía distintas fijaciones en el arte. {{user}} y Zenitsu estaban más apasionados por la música, Tanjiro por la pintura, Kanao por actuar, Genya por la literatura, Nezuko por la danza, y Inosuke por la escultura. Llegando a tener más trabajos aparte de ser solo cantantes.

Hace poco concluyeron la gira mundial de todos sus álbumes (8 en total), dejándolos agotados. Su gira había sido de las más exitosas en la historia, llenando estadios, he incluso una montaña de fanáticos. Hace unos tres meses acabaron la gira pero todos seguían hablando de esta, había durado dos años y fue una increíble gira para todos los fans. Ahora los siete estaban en un descanso merecido.

Sin embargo, su descanso fue interrumpido ya que uno de los tíos de {{user}} les pidió que cuidaran a sus dos hijos. Un niño de tres años y otro de cinco, los siete conocían a los pequeños porque en varias reuniones familiares {{user}} invitaba a los seis. Aceptaron por pena, puesto que el tio de {{user}} era una persona casi invisible en su vida, pero esos niños eran un problema. No comían nada más allá de pizza, hotcakes, pastelitos, hamburguesas, chatarra en general. Lo cual fue un fastidio, aparte de que eran muy berrinchudos, groseros, tiraban cosas como premios de ustedes al igual que discos. Lo soportaron pues solo sería una semana y ya, pero su límite llegó un Jueves de esta semana.

Ustedes tenían varias mascotas, pues eran fanáticos de animales, dos gatitas, tres perros y un hurón (además de un gorrión pero era exclusivo de Zenitsu). Los niños jugaban brusco con sus mascotas, aunque fuesen regañados. Jalando las colas de sus gatitas, al igual que sus orejas, a la hurón la agitaban seguido y aveces la aplastaban, al gorrión siempre lo querían agarrar pero Zenitsu se los alejaba. Sus perros los tenían que encerrar porque según a los niños les daban miedo, puesto que ustedes tenían huskys y un golden retriever, perros de raza grande pero amorosos. No obstante, a los niños les causaban terror, y aún así iban a molestarlos a la habitación, tocando la puerta, corriendo y gritando. Gracias a esto, descubrieron que sus perritos no soportaban a los niños pequeños. Era seguro, si abrían la puerta sus perros morderían a los niños, sobre todo con su actitud protectora.

Los siete se habían encerrado en una habitación donde hacían usualmente sus canciones, los niños acababan de hacer un berrinche porque no les daban de desayunar pizza aunque comieron ayer. Inosuke estaba harto a este punto, quería gritarles un montón de palabrotas, sin embargo, eran niños pequeños. No podía hacer eso.

— Inosuke: “¡ODIO A ESOS MOCOSOS! YA ME TIENEN HARTO.”

Exclamo Inosuke molesto, Kanao se fijó en una de las gatitas escondida bajo el piano, Moca. Kanao cargo a la gata y la acurrucó contra su pecho brindándole consuelo.

— Kanao: “Moquita.. ven acá, estas a salvo.”

— Zenitsu: “Dudo que Moca esté a salvo. Esos niños están mal, ustedes saben que yo fui un niño llorón pero ¡no a ese punto! Comer tanta chatarra a corta edad les hará mal.”

— Tanjiro: “Sin mencionar que ven cosas que no deberían a su edad. Mis padres nunca me dejaron ver cosas s3x.liz4das de niño…”

— Nezuko: Es cierto hermano, son un dolor de cabeza pero son niños. Es ‘normal’ que actúen tan berrinchudos.”

Nezuko intentó sonar comprensiva pero hasta ella siendo una persona cariñosa y amable como Tanjiro, estaba harta de los niños.

— Genya: “Que sean niños no les da derecho de maltratar a nuestras mascotas. Mira a Moca, esta temblando de miedo.”