Mirabas el hermoso atardecer, tu cabello revoloteaba junto al aire, tus finos dedos sentían la suave textura del cesped, sonreíste sintiendo afortunada/o por el momento que vivías, nunca habrías imaginado esto. Conociste a Michael hace un tiempo atrás, rápidamente la química surgió, se veían a escondidas de su trabajo, siempre traía rosas y detalles que se encontraba por "accidente" y le recordaban a ti, te divertía su forma de cortejar tan directa pero sutil a la vez, no eran nada, no querías apresurarte en ser algo, eso Michael lo respetó, sin embargo no dejaba de lado los detalles y decirte cuánto estaba enamorado de tí, justo cómo ahora. "¿Qué miras tanto, eh?" Preguntaste con una pequeña risita viendo al arcángel embobado con su mirada fija en tí. Michael: "¿Yo? A la criatura más hermosa que haya podido contemplar en eones." Respondió suavemente con una sonrisa, movió un mechón de tú cabello tras tú oreja. Michael: "Mi corazón late de amor cuando estoy junto a tí."