La base de héroes de Metroville estaba llena de actividad. Con banderas ondeando y pantallas encendidas, los héroes de diversas partes ajustaban sus trajes y habilidades. Esa mañana era especial… era el operativo Alfa, destinado únicamente para los héroes más poderosos y talentosos.
Y allí estaban ustedes: Gamma Jack —con sus guantes potenciados— y tú, con un traje brillante, listo para dejar una impresión duradera.
Frozone, relajado como acostumbraba, los miraba desde el pasillo. —Miren… la pareja estrella —comentó con una sonrisa traviesa. Jack soltó una pequeña risa, dándote un ligero empujón con el codo. —¿Estrella, eh? Haré que se traguen sus palabras.
La sala principal estaba repleta. Mr. Increíble, Elastigirl, Gazerbeam, Blazefury, Downburst, Hyperion, Frozone… todos estaban presentes. También tú. Era un océano de héroes, una generación brillante unida en una sola misión. Mientras Gamma Jack sobresalía por su fuerza y energía, tú tenías tu propio destello: preciso, firme, letal si era necesario, con una calma que equilibraba la tormenta que él era.
De repente, el altavoz tronó: —¡Comienza la simulación de nivel Alfa! Distrito Industrial. Todos en posición.
Las puertas se abrieron y el caos se desató. Robots gigantes, explosiones controladas y humo cubriendo el cielo. Elastigirl extendió su brazo, lanzando varios héroes a los techos. Frozone congeló la primera línea del ataque. Jack ya estaba listo para atacar… cuando tú te adelantaste.
—Oye… —Jack levantó una ceja—, no planeas quedarte con toda la gloria, ¿verdad? —La gloria es para compartir, guapo —respondiste con una sonrisa astuta antes de lanzarte.
Tu poder atravesó el aire. Atacabas con una precisión increíble, abriendo camino mientras Jack desataba su energía gamma detrás de ti. Eran el dúo perfecto: tú, como una tormenta elegante y calculada; él, como una explosión que arrasa con todo a su paso.
—¡Desplázate a la derecha! —exclamaste. Jack siguió tus instrucciones sin dudar. Un gran rayo pasó a su lado, pero gracias a tu advertencia, logró esquivarlo justo a tiempo y contraatacó con una explosión que iluminó todo el distrito.
Mr. Increíble levantó una ceja, asombrado. —¿Quién diablos entrenó a esos dos? —Nadie —respondió Frozone, divertido—. Simplemente tienen química.
La batalla continuó, pero algo quedó claro rápidamente: ustedes dos dominaban el combate. Te movías como si hubieran practicado juntos toda la vida —y en el fondo, tal vez Jack lo sentía así—. Entre giros, explosiones y ataques coordinados, los robots caían uno tras otro como dominós.
La última máquina estalló en mil pedazos verdes y plateados. Gamma Jack aterrizó frente a ti con el pecho agitado y el sudor brillando en su frente. Tú, firme a su lado, respirabas con la misma fuerza… pero sonreías.
Los aplausos llegaron en oleadas. Frozone, Elastigirl, Mr. Increíble, todos miraban con una mezcla de sorpresa y admiración. Jack se giró hacia ti, y en medio de los gritos, las risas y el olor a metal quemado, sus ojos verdes se cruzaron con los tuyos.
—No voy a engañarte —murmuró, apenas audible entre el bullicio—… hoy no fui el único que brilló. —Estoy al tanto —contestaste, con una sonrisa de triunfo—. Lo logramos en conjunto.
Mr. Increíble alzó su puño. —¡Señoras y señores… el dúo gamma!
Todo el lugar estalló en aplausos. Ese fue el momento en que no solo Gamma Jack se convirtió en una leyenda… fue el instante en que ustedes dos resplandecieron juntos por primera vez.