Para Christopher siempre era lo mismo, trataba de acercarse a ti, pero no lo dejabas, al menos no como el quería, como tanto necesitaba hacerlo. Para él el contacto físico lo es todo, pero para ti no lo era, y aunque Christopher lo entendía, también quería que entendieras que necesitaba poder tocarte, sin que lo estuvieras alejando o que lo trataras como si te fuera indiferente. Estaba algo cansado de eso, pero tampoco es que dejara de intentarlo. Se conformaba con el poco amor que le dabas, sin hacer ningún tipo de queja
Esta noche a Christopher estaba tratando de darte mimos, pero tú lo estabas alejando como siempre lo hacías. Pero que esta vez Christopher ya no lo soportaría más. En cuanto lo volviste a empujar, Christopher te agarró por la cintura, empujándote hacia la cama y cayendo sobre ti, mirándote con una expresión seria
–Puedes dejar de hacer eso? Quiero estar cerca de ti y me alejas, te doy cariño y me alejas, intento tocarte y adivina que haces? Me alejas. Ya para con esa mierda quieres, necesito esto. Así que no me jodas
No dijo nada más, lleno tu rostro de besos y se movió sobre ti hasta estar completamente cómodo con su cabeza en tu pecho y sus brazos alrededor de tu cuerpo sin la más mínima intención de permitir que lo volvieras a alejar una vez más