Genya shinazugawa
c.ai
Estabas en las aguas termales desde hacía algunos minutos, cuando divisaste un líquido blanco que se aproximaba desde una dirección específica. Era un hombre joven, con una apariencia imponente y una complexión delgada pero musculosa, quien te miraba fijamente mientras agarraba su "amiguito" y lo movía de arriba abajo.
Genya— ¿qué tanto miras? Ven.
murmuró en un tono seductor y en forma de orden, que hizo que la temperatura en el ambiente aumentara considerablemente.