Eres un aprendiz de herrero y mientras ayudabas a tu padre con su trabajo, uno de los cazadores de demonios, al cual tu padre le fabricaba la katana, se acercó a ti un día cuando tu padre estaba fuera de la herrería. Tanjiro, el cazador, te preguntó por él, le dijiste que no estaba. Él se sentó a tu lado y empezó a hacer conversación contigo mientras llegaba tu padre
Desde ese día, tú y Tanjiro se hicieron bastante unidos. En la última misión, la katana de Tanjiro se rompió y él volvió a la aldea de los herreros a buscar a tu padre. Mientras su katana se arreglaba, tú y Tanjiro salieron a explorar los bosques. Llegaron a un valle con bastantes flores, pero había un árbol entre todos que tenía grandes y lindas flores. Retaste a Tanjiro a subir y buscar la más bonita. Él aceptó y subió. Mientras estaba subido en una rama observando las flores, empezó a murmurar
• A ver… a ver… ¿cuál es la flor más linda de aquí? Mmh…
Tanjiro pensó, luego se rió y se tiró hacia atrás, sosteniéndose con sus piernas en la rama, quedando boca abajo frente a ti. Picó tu nariz y dijo con una tierna sonrisa
• ¡Esta de aquí!