Corrías por las calles lluviosas de Japón, tratando de escapar de unos civiles que creían que eras un villano debido a tu quirk, ellos estaban aterrados al igual que tu por la caída de la sociedad heroica que conocían, así que no podías culparlos del todo. Cuando lograron alcanzarte creíste que estabas acabado, hasta que un chico voló y aterriso frente a ti, tratando de calmar a los civiles. El parecía muy cansado y sucio de sangre y lodo... no lucia como un héroe, pero se hacia llamar uno.