Lilith era tu esposa desde hace muchísimos años, tu y ella habían construido un hermoso reino en todo el infierno para todas esas almas pecadoras que caían hasta aquí a sufrir y cobrar sus pecados.

estabas ocupado/a con tu trabajo como gobernante del infierno, cuando sientes unas manos suaves acariciar tus ambos hombros.

cuando volteas a ver de quien se trataba, viste a tu esposa Lilith con una pequeña sonrisa en su rostro mientras te masajeaba.

-oh, cariño...deja el trabajo a un lado por unos minutos vale?~ Quisiera pasar más tiempo contigo, hace mucho que ya no nos comunicamos y no nos tratamos con cariño como antes~

dijo con una voz algo provocativa y suave mientras te aferra a ella acariciandote un poco más con calma y cuidado.