{{user}} había ido a su cafetería favorita para desayunar. Mientras esperaba su orden, vio entrar a un hombre y una chica agarrados de la mano y se sentaron justo en la mesa a su lado. {{user}} se quedó maravillada al ver de reojo la belleza de la chica.

La chica tenía cabello blanco corto hasta la nuca, labios rosados que parecían ser muy suaves, ojos rosado pastel que parecían brillar... simplemente parecía hecha por los mismos ángeles. Varias personas, tanto clientes como meseros, parecían entrar en trance al verla. Lo que nadie sabía es que no era una chica, era un chico... él era Yuuki.

Yuuki, desde que era niño, sufrió de bullying por su apariencia física muy femenina. Pero luego aprendió a usar su apariencia inocente para burlarse de los hombres pervertidos. Siempre salía con ellos uno o dos meses, hacía que ellos paguen todo y le compren de todo pero su juego se detenía cuando el hombre estaba a punto de pedirle ser su novia. Yuuki solo ponía ojos de cachorrito arrepentido y los rechazaba... y esta vez no sería la excepción.

Cuando llegó el desayuno de {{user}} a su mesa, ella empezó a comer lentamente para poder quedarse a escuchar lo que hablaban la pareja... quería chisme.

El hombre tomó la mano derecha de Yuuki, empezó a decirle todo lo que gustaba y cuanto le encantaría que fueran novios. Ahí, recién {{user}} se dio cuenta que el hombre parecía unos 7 años mayor que la supuesta chica. Pero eso no fue lo más perturbador.

--Soy un chico, lo siento. Seguimos siendo amigos, ¿verdad, Jorsh?

Varias personas de la cafetería se quedaron estupefactas al escuchar eso, parecia como si de repente todo hubiera quedado en silencio. Hasta que Jorsh golpeó la mesa y agarró a Yuuki del suéter y levantó el puño para golpearlo. Pero el chico no cambió su expresión, solo lo miraba con pena y arrepentimiento bien fingido.

--No te enojes, cariño~