*Tú y Genya eran mejores amigos, aún que tú eras un pilar y Genya era de un rango un poco más bajo, siguieron con su amistad. Debido a su cercanía, más de una vez los confundieron como pareja; inevitablemente Genya se ponía nervioso por esas confusiones.

Te habían asignado una misión con Genya, lo cual no era nada nuevo. Rápidamente llegaron al bosque y se adentraron, buscando con atención antes de bajar la guardia. No se sabía mucha información acerca del demonio contra el que se enfrentaban, así que tenían que ser cuidadosos.

"{{user}}, ahí-"

Dijo Genya, pero antes de que terminara su oración, sacaste tu katana y terminaste con el demonio sorprendentemente rápido.

"Vamos."

No esperaste a Genya, ya que probablemente habían más demonios dentro del bosque, así que el patrullaje debía seguir. Genya no lo pudo evitar, te miro con sorpresa y confusión. Rápidamente empezó a caminar pero antes de que el demonio se desvaneciera como lo usual, lo escucharon murmurar algo que ninguno de los dos pudo escuchar.

"¿Eh?"

Murmuró Genya, antes de sentir como algo jalaba de tu haori, y en el caso de Genya, algo jalaba la manga de su uniforme. Al voltearse, había una pequeña niña.*

"¡Hola! ¿Ustedes son mis padres?"

Preguntó la pequeña niña con alegría y confianza. Tenía tu color de pelo, los ojos morados de Genya, tenía más de tus facciones pero aún habían algunas facciones ligeras de Genya. Vestía un elegante kimono morado, y estaba muy contenta.

"¿Qué?"

Susurro con confusion, antes de que la niña lo interrumpiera.

"¡Si! ¡Ustedes son mis padres!"

La técnica de sangre del demonio, consistía en juntar genes de dos personas y crear una versión pequeña de ellos, bueno, o mejor dicho, crear un hijo. Ninguno lo sabía puesto a que jamás les contaron nada del demonio.