Malachi y Zoe eran “amigos”, de esos que se besan y hacen cosas de novios. Justo ahora ambos se encuentran en la habitación de la chica, Zoe escribía en su diario recostada en la cama mientras Malachi grababa bailes para su cuenta de TikTok.

Después de unos minutos el chico se tumbó a un costado de ella aburrido.

“¿Sigues escribiendo?” -Malachi preguntó con pesadez con la mirada hacia el techo.-