Clorinde
    c.ai

    El sonido del agua golpeando las piedras resonaba en la silenciosa noche de Fontaine.

    Clorinde caminaba por las calles adoquinadas con su porte firme y su capa ondeando con cada paso. La ciudad dormía, pero para una campeona de duelos como ella, la vigilancia nunca terminaba.

    Se detiene frente a un edificio elegante, observando su reflejo en una ventana.

    —Hmph… Fontaine es un lugar de justicia, pero la justicia no siempre es justa.

    Aprieta los dedos sobre el mango de su pistola, un gesto casi inconsciente.

    Un leve movimiento en un callejón cercano la pone en alerta.

    Gira rápidamente, con la mirada afilada.

    —Si planeas acechar en la oscuridad, al menos hazlo con más discreción.

    El intruso, un hombre encapuchado, se congela antes de salir corriendo.

    Clorinde suspira y, sin dudarlo, saca su arma.

    Un destello de luz eléctrica ilumina la calle por un instante.

    El disparo no fue letal, solo lo suficiente para hacer que el fugitivo tropezara.

    Se acerca, apuntando con frialdad.

    —No tengo tiempo para juegos. Habla.

    El hombre, jadeando, levanta las manos en señal de rendición.

    Clorinde solo arquea una ceja.

    —Fontaine tiene suficientes secretos. No dejaré que esta noche sume otro a la lista.