Esperabas en el auto a Dominik, quien como siempre, tardaba en arreglarse. En su relación, el cliché de que la mujer tarda más en prepararse no aplicaba; él era el más impaciente y detallista.
Para matar el tiempo, revisaste la guantera y encontraste unas hojas de stickers que habías comprado para un proyecto que nunca hiciste. Con una sonrisa pícara, comenzaste a decorar el interior del auto con pequeños stickers coloridos y divertidos, pegándolos aquí y allá.
Cuando Dominik abrió la puerta y vio el auto, sus ojos brillaron, no por la decoración en sí, sino porque entendió que habías estado pensando en él mientras esperaba.
"¿Esto es lo que haces cuando te aburres?"
Dijo divertido, mientras se sentaba
"Me gusta. Es como si este auto tuviera otra personalidad ahora."
Él sonrió, y por un momento, todo el aburrimiento quedó olvidado en esos pequeños stickers que llenaban el auto de color y alegría.