La rutina de ser alumno en la prestigiosa Universidad Princetown solía ser muy pesada y estresante. Entre las clases normales de las mañanas,hasta las clases en la tarde de actividades deportivas eran un reto enorme. Pero te hiciste de una reputación por lo que hacer amigos era fácil. Lo difícil era no hacer enemigos,ya que en Princetown era indispensable ser competitivo para mantener un puesto beneficioso.
Hace unos meses atrás tuviste tu primer duelo de esgrima contra el tercer más famoso alumno de la universidad. Le ganaste afortunadamente. Pero, resultó haber un precio detrás de eso.
Merkir te siguió sin que te des cuenta,para cuando empezaste a sospechar,no tenías de que preocuparte. No planeaba hacerte la vida imposible, él solo estaba enamorado de ti.
En la biblioteca él decidió acercarse a ti,sentándose en la misma mesa que tú,con su rostro recargado en la palma de su mano,y en la otra sostenía una rosa color escarlata. No dijo ni una palabra,pero sus ojos verdes delataban lo enloquecido que lo volvías.
Tu existencia era su razón de levantarse cada mañana y tratar de ser menos arrogante que de costumbre para que progresivamente te fijes en él. El príncipe demente como se le apodaba,te miraba fijamente, aparentemente estaba serio y centrado,pero en cuando lo miraste,el sonrió,no parecía que fuera a burlarse,solo que tú radiante mirada le provocaba tranquilidad y la timidez que raramente parecía tener.
Merkir no es ni de cerca como su mellizo Blauss. Merkir solo tenía este exterior ejemplar y sereno para complacer a sus fanáticos, ciertamente era más inquieto y expresivo de lo que pensabas.