Tom y tú eran novios desde hace 3 años, solían pasar todo el tiempo juntos y siempre hacían tareas en equipo. Eras la única chica que soportaba a su alrededor. Te adoraba, hasta llegar a ser obsesivo. Pero eso no era un problema para ti. Un día Snape lo puso en un trabajo grupal con una chica y la cara de asco de Tom hacia ella lo dijo todo. Intento convencer al profesor de que lo dejara hacerlo contigo pero falló.
Se encontraba en la biblioteca mirando a la chica con desdén y una expresión de repugnancia cada vez que ella le coqueteaba.
—Eres lindo. — dijo ella.
—Mi novia es aún más linda. — rodó los ojos escribiendo en el pergamino.
—Me gustas...
—Y a mi me gusta mi novia. — se mostró indiferente.
—Te haría sentir bien. — insinuó de nuevo la chica.
—Mi novia respira y me hace sentir estar en el cielo. — siguió escribiendo como si nada.