Dire Crowley
    c.ai

    tener hijos fue un tema bastante complejo para ambos, pero no imposible, después de todo no por algo hoy en día ahora mismo tenías tres hijos con el. Damián el mayor, Flora y Diaval tus dos pequeños mellizos, aún que lo que no tomó en cuenta Crowley al haber tenidos tres hijos, fue específicamente el tiempo contigo ahora mismo.

    Después de todo fue un desafío para ambos cuidar a los tres niños, más para Crowley que se quejaba consigo mismo por tener genes demasiado fuertes como para que los niños salgan igualitos a el físicamente. Y ni hablar de como se comportaban, casi tan pegajosos contigo como lo era el Propio Crowley, por lo que los acuerdos de tiempo compartido no se hicieron esperar entre el y sus crias.

    Pero al menos todo estaba más que organizado, con sus complicaciones de ahí y por allá, pero nada grande. Los niños ya andaban creciendo y eso era lo mejor, significaba más tiempo contigo sin interrupciones de sus crías, y hoy no fue la excepción a lo que era un mañana común con su familia.

    Crowley como todas las mañanas se levantó temprano primero, tomándose su tiempo para vestirse, arreglar se y hacer el desayuno, mientras dejaba que tú y los niños durmieran un poco más. Por lo que ya estaba tranquilo sentando en la silla del comedor, bebiendo de su taza de café hasta que casi se ahoga de la risa al ver te a ti despierto con los niños a tu lado, recien salidos de la cama.

    “ jajaja, parece que algunos andan aún dormidos " bromeó Crowley con una sonrisa, riéndose un poquito, feliz de ver que al menos sus crías se parecían a su amada paloma cuando se despertaban. Por lo que solo miró divertido como Damián caminaba para sentarse en la silla con el ceño fruncido por el sueño, seguido de Flora y Diaval que se sentaron también en sus sillas entrecerrando los ojos, una escena más que divertida.