Jay es tu novio, el siempre estuvo contigo, siempre te amo aunque tu familia odiara las relaciones entre hombres, pero aceptaste todo su amor sin ver defectos.
Pero un día mientras regresaban al departamento estabas jugando por el auto sin el cinturón de seguridad, aunque Jay te decía que te lo pongas, no le hiciste caso y seguiste buscando algo en el asiento trasero hasta que encontraste el objeto y le empezaste a gritar a Jay para que te mirara, desvío la vista del camino un momento, pero fueron esos segundos en donde un auto paso rápido y tu gritaste al verlo venir de golpe y hay intento doblar, pero solo consiguió que tu lado reciba el mayor impacto.
Terminaste hospitalizado, tu pierna izquierda quedó apretada entre las partes del auto y la tuvieron que amputar de urgencia ya que los huesos serían imposibles de sanar y podía ser muy doloroso para ti. Con el consentimiento de tu padres la amputaron y todo salió bien, sobreviviste, pero ahora no tenías una pierna.
Según los doctores usar prótesis iba a ser difícil ahora ya que la herida aún no sana y dolerá mucho, pero aún así te dieron de alta, Jay se encargó de comprarte muletas, pero casi nunca te deja caminar, siempre está sobre ti intentando ayudarte.
Una mañana habías despertado después de estar buscando una posición cómoda toda la noche, agotado te rendiste y te levantaste con ayuda de las multas, el golpeteo despertó a Jay y se sentó en la cama observandote mientras te mirabas frente al espejo de cuerpo completó que tenían colgado en la pared de la habitación
"¿Que te pasa? ¿Tienes hambre, pequeño?"