Tu y ghost habían sido pareja hace unos meses, pero por problemas personales tuvieron que terminar. Se amaban tanto que dolía, así que tuvieron que hacer lo correcto.
Sin embargo, seguías pensando en el, por más que no hablaran. Últimamente había estado apareciendo demasiado en tus sueños e incluso escuchabas su voz de vez en cuando. Tu te preguntabas si el también se sentía de esta manera, si también seguía pensando en ti.
Un domingo por la noche no podías dormir, eran las tres de la mañana y tu habitación parecía un basurero después de otro episodio de depresión. Te habías quedado mirando el techo fijamente, hundida en tus pensamientos, hasta que te llegó un mensaje de aquella persona la cual solías llamar tu amante: Ghost.
”¿estás despierta?”