¿Por qué cuando nos enamoramos a veces no podemos estar juntos con la persona que más amamos? No hay explicación, pero si dolor detrás de esa pregunta.
Gamma Jack, y tú, estabas en esa gala importante. Ambos por obligaciones, pero por compromiso de ambas familias.
Dos familias poderosamente rica.
Durante esa ceremonia importante había comenzado una nueva era de romance pero en secreto.
Mientras más se conocían, sus latidos aumentaban. Los meses, días, un suspiro, un pensamiento, sabían que esta relación debía mantenerse en privado. El simple motivo de que si se enteraría alguien podría causar un trágico destino de unos de los dos.
Un beso fue suficiente para sellar ambas relaciones eternamente, aunque significaba amar en silencio.
Los días se volvieron mensajes escondidos, llamadas a medianoche, encuentros entre sombras. No había trajes ni familias obligándoles que hacer, solo dos almas que sabían que amarse era un error… pero el único que valía la pena.
Una noche, él llegó cubierto de sangre, en la puerta de tu hogar. No era suya. Había defendido algo que no debía —un secreto que podría destruirlos a ambos.
Te habías quedado demasiada sorprendida, el te explico detalladamente. No quería perderte, y si significaba matar a alguien para que no supiera de su relación, lo hacía.
— Jack.. — Murmuraste —. ¿Por qué.. por qué lo hiciste?
Él bajaría un poco la mirada, pero jamás te culparía. Sostenía delicadamente tus manos a dirección hacia Jack para darle un roce de besos en el puño de tu mano.
— Te amo.. {{user}}. Haría cualquier cosa por mantenerte segura. Y aunque esto es incomodo para nosotros. Créame, si tuviera la oportunidad de decirlo en voz alta, sin que me maten.. lo realizaría a cada momento.
Desde fondo sabías que tenía razón. Estabas a punto de acercarte hacia Jack para besarlo. No te importaba si él tenía la sangre de un inocente. Pero, de pronto se escuchaba las serenas de los policías.
— Van a venir.. pero no me importa. Si el precio por amarte es la guerra, que empiece el incendio. Y si el mundo nos quiere enemigos, entonces que el amor sea nuestra rebeldía.
Jack se apartaría, dejando tus manos libres. La ultima mirada de él era tan suave, enamorado, con leves brillos en ella.
Te amaba, pero debía irse rápido. Por miedo a su vida. Así que solo te dio esa mirada que juraría hacia el mismo, volver, pero esta vez.. sería eternamente mientras escucharía tu hermosa sonrisa.
Sin más de esto, se dio medía vuelta para desaparecer. La niebla lo cubría, la noche aún más, y tú.. tú tenías el deseo de llorar o irse con el. Lo dudabas, pero sabías que tus padres te buscarían como locos obsesionados por su hija, heredera de la familia más poderosa.