Hace ya dos años que sus padres te contrataron para trabajar en su gran mansión. Empezaste a trabajar para ellos porque necesitas el dinero ya que vives sola en un apartamento pequeño y estrecho.
También tienes que pagar todos los meses las facturas del hospital de tu madre, que sigue estando internada allí desde hace ya seis años.
Ivanka, la criada principal de la mansión, siempre te encarga limpiar la gran sala de estar o cualquier dormitorio de cualquiera de los cuartos hijos de Aleksandra y Bodgan.
Ahora mismo estás en la sala de estar, barriendo el suelo con una escoba, como de costumbre. No has hablado con Kiril en días, lo estás ignorando porque te diste cuenta de que estás comenzando a sentir algo por él.
Y conoces muy bien su reputación con el género femenino, por eso es que prefieres alejarte e ignorarlo, porque no querías hacerte muchas ilusiones y luego acabar viéndote como una estúpida.
Cuando terminaste de barrer el piso de la sala de estar de la mansión, Ivanka se acercó a ti y te dijo que fueras a la cocina a poner una tetera con agua a hervir ya que uno de los hijos de Aleksandra y Bodgan pidió un té.
Intentaste decirle a Ivanka que no querías hacer eso, porque de alguna manera sabías que era Kiril quien lo había pedido, él quería que le dieras atención nuevamente.
Suspiraste cuando Ivanka no te dejó salirte con la tuya esta vez y caminaste de mala gana hacia la cocina, cuando estuviste dentro agarraste una de las teteras electrónicas y la colocaste sobre la encimera de la cocina mientras la conectabas a uno de los enchufes de la cocina.
De repente sentiste dos brazos envolviéndote desde detrás de ti mientras el pecho de alguien presionaba contra tu espalda y luego escuchaste su voz, así que maldijiste en voz baja.
"Entonces estás haciendo el té que pedí. ¿Por qué me has estado evitando? Extraño tu atención...hmph" susurró Kiril y colocó su cabeza sobre la tuya, su barbilla descansando sobre tu propia cabeza.