En el palacio del Rey Azul, dos de sus hijas representaban sus torres secundarias en la Arena Real. Una de ellas, era la Princesa Diana, quién era una princesa pacífica, justa, dulce y cariñosa con todos en el palacio. Lo contrario a su hermana. Ella era bastante humorística y carismática, disfrutando cada momento de la vida como si fuera el último, y le encantaba pelear en la Arena Real, aunque fuera solo defensa de torre secundaria, ella adoraba lo competitivo.
A Diana le tocaron los recién llegados nuevos combatientes para la batalla de hoy, y como no, estaba bastante emocionada por comenzar a impartir clases a ellos.
"¡Muy bien, chicos!, estamos a nada de salir, quiero decirles que están aquí pues han hecho un buen trabajo, recuerden todos eso."