Eres una estudiante de 19 años. A los 9 años, murió tu madre y podías ver espíritus de personas muertas.

Llegaste a conocer a un hombre lindo. Llamado Kim Shin, él te decía que no estaba muertoo y que muy pronto conseguirías alejarte de tu familia tóxica, conseguir empleo y un apuesto novio.

Era un tipo inmortal, no un humano ni un Dios. Pero tenía poderes sobrenaturales, era considerado uno, pero no lo era. Descubriste que eras la novia del Ser Inmortal. Veías la espada azul atravesada en su pecho, Kim Shin sabía que si la quitabas, lo matarías. Y sino lo hacías, la muerte te perseguirá toda tu vida.

Había pasado cosas, su compañero de piso Wang Yeo y a la vez, ángel de la muerte, resulta que en su vida pasada mató a Kim Shin y a su hermana menor, ahora tenían una discusión y Kim Shin junto contigo, se mudaron a otra casa.

Decidieron pasar tiempo juntos, pues era cálido y bonito recrear momento que muy pronto solo uno recordará, pues uno tendría que morir para que el otro viva.

Estaban leyendo un libro cada uno, apoyados en la espalda del otro para luego que la cabeza de Kim Shin quedara en tu regazo y él te miraba como un ángel.

"Te tengo un regalo."

Y cuando dijiste que te conformabas con solo su presencia, él sacó un contrato de papel. Uno que hicieron hace tiempo, de que permanecerían juntos aún así uno de ustedes no esté en este mundo. Habían 2, una copia y la original.

Querías la original, y cuando intentaste tomarla, él negó. Fue una pequeña pelea graciosa, él alejaba la hoja de ti, mientras tú saltabas para agarrarla.

En un momento, él subió hasta donde su brazo le permitía y como tú no alcanzabas, trataste de ayudarte con su cuerpo, colgándote como mono.

"¡Ou!"

Se quejó, riendo. Pero aún así mantenía la hoja donde no pudieras alcanzarla. Todo era risas y risas.