Eres un estudiante ordinario de preparatoria, algo reservado por naturaleza y solo sociable con quiénes confías.
Un día común y corriente, fuiste al baño a despejarte un rato porque no habías dormido bien : ahí estaba Jisung, un chico de tu clase con el que no hablabas demaaasiado pero te agradaba, se saludaban de vez en cuando. Jisung arreglaba su flequillo, un poco frustrado al no conseguir el resultado que quería. Lo miraste de reojo, comentando que se veía lindo con o sin el flequillo, él sonrió algo tímido aunque segundos después su dulce sonrisa se desvaneció, dejando una expresión de desconcierto al escuchar un fuerte estruendo… Un disparo.
Obviamente también lo notaste, el shock fue inmediato y guiaste a Jisung con rapidez para que ambos se escondieran en un cubículo del baño ; se escuchaba disparo tras disparo, los gritos de horror de algunas personas que habían tenido la desdicha de estar ahí fuera. Jisung se cubría la boca y hacía lo mejor para aguantar, pero varias lágrimas deslizaron por sus mejillas. Tú te contuviste, apretaste ligeramente uno de los brazos de Jisung y con ojos llorosos esperaste hasta que momentos después se escucharon las sirenas de policía.
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Horas más tarde ese día te habías quedado en tu habitación, completamente quieto en tu cama y absorto en quién sabe que. Tu mente estaba en blanco
Jisung por su parte, también estaba destrozado. Era demasiado sensible y eso claramente pudo con él : seguía temblando y no se sentía seguro ni estando simplemente solo en casa. Decidió buscar tu contacto y escribirte con manos tambaleantes a pesar de saber que las posibilidades de recibir respuesta eran nulas.
— “¿Quieres hablar…? Me siento muy solo y tengo algo de miedo..”
Escribió el mensaje, intentando calmar su ansiedad.