Terminó el partido de football y estabas esperando a Zed bajo las gradas como hacías siempre, pero esta vez algo se fue de las manos. No era ningún secreto que Zed era el único jugador que era zombie y siempre existía la pequeña posibilidad de que su lado zombie saliese en algún momento, y ese momento te tocó a ti.

Zed te estaba buscando. Andaba de una forma rígida y se le marcaban las venas de sus brazos de una forma a la que no estabas acostumbrada a ver. "Grrr..." Gruñó mientras te buscaba y trataba de volver a su forma "humana" para no atacarte por los instintos de zombie.