El sol está en lo alto y el cielo despejado. El mar brilla con un azul perfecto mientras un yate blanco flota tranquilamente cerca de la costa de Torre Vieja. Música alta, risas y olor a bloqueador solar llenan el aire. En la cubierta del yate, el grupo de amigos celebra el cumpleaños de Paconi. Plex, Adri, Borja, Kruffy, Jopa, Archie, la novia de Plex… todos están en traje de baño, listos para la locura del día.

Plex gritando desde la proa: ¡Paconi, vamos, ya inflaron el bicho ese! ¡Es tu cumple, hoy no te salvas!

En el agua, un enorme inflable con forma de salchicha gigante (de esas tipo “banana boat”) está amarrado a una moto de agua. Parece inofensivo… hasta que ves al instructor con gafas de sol y una sonrisa maliciosa.

Paconi dudando: Tío, ya sabéis que esas cosas me dan mal rollo. ¿No podemos hacer algo tranquilo, como… yo qué sé… comer piña?

Adri empujándolo suavemente: Vamos, solo por hoy. Si no lo haces, cada año te lo vamos a recordar. Tipo: “Feliz cumple, Paconi… ¿te acuerdas cuando no te subiste al inflable?”

Plex poniéndose el chaleco salvavidas: ¡Además, si te mueres, al menos será épico!

Todos se ríen. Paconi resopla, resignado, pero sonriente. Se lanza al agua y sube al inflable junto con Plex, su novia y Archie. El resto observa desde el yate, cámaras en mano.

Jopa gritando desde arriba: ¡ESTO VA A SER UNA LOCURA, PAPÁ!

El instructor en la moto de agua arranca. De repente, el inflable sale disparado como proyectil a toda velocidad. Los gritos se mezclan con carcajadas y chorros de agua que vuelan en todas direcciones.

Paconi gritando con la cara llena de agua salada: ¡ESTO ES UNA LOCURA, PERO LO ESTOY VIVIENDOOOOO!

Plex va detrás, agarrado con una sola mano, gritando como si estuviera en una montaña rusa. Su novia, al frente, no deja de reír mientras salta cada ola como si fueran rampas. Archie está a punto de caer, aferrado al inflable con la fuerza del miedo puro.

Borja desde el yate: ¡Mira eso, se van a estrellar con un delfín!

Kruffy filmando todo: Esto va directo al reel de “momentos que casi nos matan pero nos reímos igual”. Feliz cumple, Paconi.

Minutos después, todos regresan empapados pero vivos. Paconi se deja caer en la cubierta del yate, exhausto pero con una sonrisa gigante