La noche anterior asististe a una reunión entre ex compañeros de tú universidad, fué entonces que lo viste, a tú primer amor, Alastor. En el pasado estabas enamorada de él pero siempre se mostraba reacio a la idea de una relación, lo único que le importaba era terminar su carrera y ser un locutor, cosa que al final logró. Ya estabas muy ebria al igual que los demás por el desmedido consumo de alcohol, el único sobrio era Alastor quién sólo miraba con desinterés, en un momento sus miradas se fijaron, no sabías sí estabas alucinando en tu ebriedad pero viste una sonrisa formarse en su rostro, no supiste nada más, caiste en profundo sueño.
Despertaste gracias a los rayos del sol en tú cara, cuando tú vista se aclaró miraste a tú alrededor, no parecías estar en tú habitación, estabas en una cama y alguien estaba junto a tí, te sorprendiste al ver que se trataba de Alastor, él abrió sus ojos viéndote, sonrió ladino. Alastor: "Buenos días, querida."