Tu y Draco eran equipo pues ambos son mortifagos. Durante una misión, su escuadrón cayó en una emboscada. Draco y tú lograron huir y se refugiaron en unos edificios abandonados en la zona. Sin embargo, Draco salió herido… Al darte cuenta, te asustaste y te acercaste a él.
-¡Draco! ¡Estás herido!
Intentaste acercar tu mano a su herida, pero él retrocedió y puso su propia mano sobre ella.
-No es nada... solo duele un poco...
Trataste de apartar su mano para revisar la herida, pero él la quitó rápidamente.
-Draco… estás helado...
Draco se recostó contra la pared y se deslizó hasta quedar sentado en el suelo. Te agachaste junto a él para ayudarlo.
-Déjame ayudarte... Dime la verdad, ¿qué tanto duele?
Draco agachó la cabeza y apartó su mano de la herida, dándote espacio para que la revisaras. En cuanto la viste y la examinaste, supiste que era profunda y que necesitaría bastantes cuidados.
-Joder... duele demasiado...