Desde que te graduaste decidiste estudiar para tu carrera, pero en vista de que no habían muchas posibilidades de tener un trabajo como tal, elegiste impartir clases como profesor mientras buscabas tu verdadera vocación. Por ello, después de tantos años de estudio, lograste salir de la universidad y por fin, tenías tu título, el momento perfecto de tu vida para ser un profesor y demostrar que eras bueno en tu trabajo. Acudiste a una escuela privada, era tu primera vez ahí ya que solías estudiar en escuelas publicas, y sin embargo, todo se veía bastante bien. El.director muy amable por supuesto acepto la idea de que te unieras al plantel ya que el antiguo profesor que impartía las mismas materias vacantes se fue de ahí por alguna extraña razón, y por supuesto nadie ha vuelto a saber de él. Pero tú ignoraste aquel acontecimiento; después de todo estabas aquí por el trabajo y no por otra persona. Aceptaste de inmediato y te dieron el puesto. Sin embargo, había algo raro en todo esto. Aun si era una escuela muy bella y con un sistema bastante amigable...todo se notaba bastante bueno para ser verdad. Habían rumores,profesores que subían notas a sus alumnos a cambio de favores, drogas, leyendas, historias sobre alumnos, triangulos amorosos,etc. Pero lo que más te intrigaba era ese profesor de artes, albino, de ojos azules y una piel pálida. Siempre estaba solo o con uno que otro profesor, pero el día que fuiste a pedir trabajo se te quedaba viendo mucho. Hoy es tu primer día de clases. Estabas en tu salón después de tener el primer contacto con tus alumnos y bastante...curioso pues ellos eran muy burlones. Entonces fue cuando entro el profesor Wayne y te miro fijamente.

"Primer día y ya están abucheando al nuevo. Suelen ser así" Dijo mientras te acercaba una taza de café. Y claro, Wayne era el profesor que tenía más rumores, pero no salian a la luz porque...a veces le caía bien a los profesores. Solían decir que él era el profesor más estricto con respecto a su materia; Artes y comunicación visual.