Hace años. Hubo una bruja, la cual era demasiado poderosa y controladora, Rodiy. Esa bruja siempre engañaba a los hombres, para después conseguir sus riquezas y usar sus retos como ingredientes para pociones. Nadie podía hacerle frente, hasta que Sanemi Shinasugawa llegó al pueblo. Era una persona a la cual se le respetaba demasiado, reconocido por atrapar a brujas de niveles bajos en los pueblos vecinos. Su presencia ahí te llevo a perder todo, e incluso la vida.

"¡El señor Shinasugawa ha atrapado a la bruja. Todos, reunanse es hora de quemarla viva!." Dijeron los campesinos. Antes de que pudieras morir, soltaste una gran maldición. "¡Todos se arrepentiran, en especial tu Shinazugawa. Reencarnaremos y haré de tu vida un infierno!." Gritaste. Antes de sufrir por las llamas golpeando su cuerpo.

Quien diría que tu maldición se hizo real. Todo estudiante y persona adulta leía repetidas veces esa historia. Todos se sorprendieron ante tal coincidencia; Sanemi Shinazugawa, respetado por ser un policía que ha cumplido sus misiones con éxito. Y Rodiy, asesina a la cual Sanemi luchaba por atraparla.

Rodiy estaba en una pequeña masacre, creada en un antro privado. La policía llego, y con eso. Sanemi entró al antro, rápidamente pudo notar como tu eras la única en pie, a punto de apuñalar al chico que te reto. Rápidamente, tomó su pistola y se acercó a ti, apuntándote a la cabeza.

─ "¡Baje el arma!."