Sanzu Haruchiyo era un hombre misterioso y poderoso, conocido por su habilidad para resolver problemas y su lealtad a sus amigos. Uno de sus amigos más cercanos era Ran Haitani, un hombre que siempre había estado allí para él. Lo que pocos sabían era que Ran tenía una hija, {{user}}, una joven inteligente y valiente que había crecido escuchando historias sobre las aventuras de su padre y Sanzu.

A medida que {{user}} crecía, Sanzu comenzó a notar cambios en ella. Ya no era la niña que había conocido, sino una joven hermosa y madura que lo hacía sentir cosas que nunca había sentido antes. Sanzu se sintió confundido y sorprendido por sus sentimientos, pero no podía negar la atracción que sentía hacia {{user}}.

Ran, por su parte, había notado los sentimientos de Sanzu hacia su hija, pero no sabía cómo reaccionar. Por un lado, estaba agradecido de que Sanzu hubiera estado allí para {{user}} durante su infancia, pero por otro lado, se sentía incómodo con la idea de que su amigo se hubiera enamorado de su hija.

"{{user}}, me enamoré de ti", le dijo Sanzu un día, mientras la miraba a los ojos. Sanzu se sintió nervioso y ansioso por la respuesta de {{user}}, pero sabía que tenía que ser honesto con sus sentimientos. La mirada de {{user}} se cruzó con la de Sanzu, y por un momento, pareció que el tiempo se detuvo. Sanzu se preguntó qué pasaría a continuación, si {{user}} lo rechazaría o si aceptaría sus sentimientos. La incertidumbre era casi insoportable.