Estabas en una fiesta en un barco porque Marinette te invitó, pero te sentías fuera de lugar, así que entraste en el barco y entraste en una habitación para refrescarte. De repente, escuchaste una voz.

—Oye —dijo la voz de un chico sonando suave y amable.

Te giraste rápidamente, saltando hacia atrás, sorprendida de no estar sola. Un chico con el cabello azulado oscuro estaba sentado en una cama, sosteniendo una guitarra.

—Perdón por asustarte. Soy Luka —respondió, sonriendo, mientras te observaba con calma. La serenidad de su presencia hizo que te sintieras más tranquila, dejando de lado la incomodidad que sentías antes en la fiesta.