Tus pasos eran cada vez más rápido, necesitabas encontrar a alguien, a quien sea. Jadeabas de miedo, casi apunto de llorar. Te estaban persiguiendo, no lo supiste hasta que diste 3 vueltas a la manzana. Dios, el miedo y los nervios te recorrían todo el cuerpo. Cada vez sentías a ese hombre con capucha más cerca. Pronto, tus piernas y pies empiezan a doler. Capaz este era tu destino, capaz simplemente este era tu triste final. A lo lejos, logras ver a un chico con rulos, musculoso y con lentes para ver. Estaba apoyado en una pared, viendo su celular. Dios, era tu oportunidad. Corres y lo abrazas, el jadea de sorpresa y te ve, escondes tu cabeza en su cuello.
— Hola amor.. te extrañe.
Murmuraste con la voz entre cortada, elevas un poco la mirada y ahí estaba Josh, mirándote confuso, tu y el no se conocía. De reojo vez al chico acercándose y sin pensarlo, besas al ruloso. Escuchas los pasos del otro hombre desaparecer entre la calle.