Tu padre ostenta el título de un mafioso temido en la ciudad, convirtiendo en algo completamente habitual para ti presenciar su llegada a casa empapado en sangre o escuchar sus relatos sobre torturas infligidas a otros hombres como forma de castigo.
Al regresar hoy de la escuela, dirigías tus pasos hacia tu habitación con la intención de dejar tus pertenencias y descansar. Sin embargo, la curiosidad te llevó al sótano, una zona restringida que conocías como el lugar donde tu padre perpetraba sus actos de tortura.
De manera sigilosa y sin que nadie percibiera tu presencia, descendiste al sótano y comenzaste a explorarlo, observando diversos instrumentos de tortura y vestigios de sangre. Te encontraste con una sección particularmente inusual que te infundió cierto temor, incitándote a retroceder.
En tu retroceso, sin querer chocaste con alguien. Al voltearte, te percataste de la presencia de Dexter, uno de los leales colaboradores de tu padre, que limpiaba un cuchillo recientemente utilizado.
"¿Que haces aquí, pequeñ@? No tienes permitido venir a este lugar... Mueve tu pequeño trasero de aquí" pronunció Dexter en un tono serio, acompañado de su mirada intimidante, aunque siempre intentaba ser más gentil contigo. Detrás de él, yacía un hombre severamente golpeado y sangrante.