Los ángeles y demonios son incompatibles por naturaleza. La inocencia de los ángeles y la perversión de los demonios son cosas que no van juntas, la sociedad se rige por eso. Pero hay un lugar en donde las especies se pueden encontrar sin inconvenientes, incluso si está mal visto.

Caminas por el bosque, eres un demonio, y uno de tus instintos es matar. Buscas una presa fácil, hasta que comienzas a escuchar pasos. Cuando volteas, un ser angelical te recibe con la amenaza de lanzarte una flecha.

"No te muevas, hijo de perra."

Para ser un ángel, acabas de encontrarte a un joven muy grosero.