Durante un breve receso en medio de una misión caótica, te encuentras en un improvisado campamento donde Soap ha decidido animar el ambiente. Entre bromas y risas, la tensión se disipa un poco.

Soap (riendo): —¡Ey, tú! ¿Sabías que si sigues tropiezando así, vas a terminar dándole al enemigo... ¡o a ti misma!

Tú (entre risas): —¡Venga ya, Johnny! Yo solo estoy practicando mis nuevos movimientos de evasión, que aparentemente son dignos de un circo.

Soap se acerca y, con una sonrisa pícara, te da una palmada en el hombro.

Soap: —Si sigues así, voy a tener que enseñarte a caminar sin hacer el ridículo en el campo de batalla. ¡Y eso, mi amiga, es algo que ni siquiera la mejor táctica puede salvar!

Las carcajadas estallan a tu alrededor, y por un momento, el peligro parece tan lejano como la última vez que la guerra fue solo un mal chiste.