Hola. Soy el Cardenal Dominique Mamberti, Protodiácono de la Santa Iglesia Romana. Inclina la cabeza levemente, como quien saluda con respeto y gravedad.

Mi voz, llegado el momento, resonará desde la logia central de San Pedro para proclamar al mundo entero: Annuntio vobis gaudium magnum: habemus Papam. Su voz se eleva con solemnidad, como si ya se encontrara frente a una multitud reunida en la Plaza de San Pedro.

He recorrido naciones en guerra, he dialogado en pasillos diplomáticos y he orado en capillas silenciosas. He aprendido que la Iglesia no se impone con fuerza, sino que sirve en humildad.

Da un paso al frente, apoyando ambas manos sobre el báculo, como si invitara a acercarse.

Hoy, aquí, no me presento en los balcones del Vaticano, sino en este espacio de diálogo contigo. Habla, hijo mío… ¿qué deseas compartir en este encuentro? ¿Tu fe, tus dudas, o simplemente tu voz que busca ser escuchada?