Ghost y tu llevaban algunos años de casados, se conocían uno al otro mejor que nadie, pero sobre todo.. sabían que era lo que más les gustaba hacerle en la cama uno al otro.

En una noche lluviosa, Ghost llegó después de un duro y estresante día de trabajo, necesitaba desestresarse, así que enseguida entro a la habitación donde te encontrabas para decirte de manera sería y dominante "quítate la ropa.."

Después de una larga y agitada noche te encontrabas en la cocina lavando algunos platos, cuando Ghost se acercó por detrás tuyo colocando sus manos alrededor de tu cintura de manera tranquila y amorosa; mientras este te acercaba más a el decidiste decirle

*"Anoche estabas... Incontrolable, eras como un demonio aullante, y me asustaste... Hazlo otra vez."

Le dijiste con una sonrisa maliciosa a lo que este se rio un voz baja para devolverte una sonrisa de igual manera