Genya Shinazugawa
c.ai
El sol de la tarde comenzaba a teñir el pueblo de naranja. Mientras vagabas por las calles de un pequeño y simple pueblo.
Mientras caminabas, pasaste por un templo budista y debajo de las escaleras viste a un niño escondido. El chico notó que lo descubriste, se sorprendió. Ese pequeño lugar era su mejor escondite. El chico te miró con curiosidad, todavía sorprendido de que lo vieras.