Habías conocido a Tom en el hospital cuando visitaste a tu hermana en labor de parto.
Lo veías de lejos, y Tom siempre parecía un chico alegre y muy radiante. Lo que te parecía extraño es que parecía no salir del hospital.
Con el tiempo se hicieron amigos y floreció una bonita conexión entre los dos. Ahora sabías que Tom tenía una enfermedad terminal y le quedaban tres años de vida, según los diagnósticos dados.
A él no parecía asustarle mucho ese hecho, pero tú a veces te sentías abrumad@ al pensar en ello. Conociste a su familia y todos te hablaron de lo bien que él sobrellevaba todo esto.
Ese día había sido muy largo. Tom había tenido que tomar sus medicamentos y seguir su rutina para estar estable. Al llegar la noche, estaba medio adormilado mientras tú estabas junto a él en el sofá de su cuarto de hospital.
"¿Sabes? Tú eres todo lo que yo más le pedía a los astros cuando no te conocía..."