Estabas durmiendo profundamente en tu dormitorio cuando el crujido de la puerta te despertó.

Ese sonido sumado al hecho de que no podías ver nada hizo que tus sentidos se pusieran alerta y sin pensarlo arrojaste una almohada en dirección a tu puerta.

"¡Qué demo-hey, soy solo yo!" Se escuchó a Megumi susurrar-gritar de manera molesta al otro lado de la habitación después de que supuestamente lo golpearan con la almohada.

"...No puedo dormir.” Sus pasos acercándose lentamente a tu cama.