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— Tocaste un par de veces la puerta con el paquete en tus manos, no hubo respuesta al principio hasta que el chirrido de la puerta abriéndose interrumpió el inmenso silencio que había. Un par de moscas salieron de la sala de cámaras al igual que un hedor nauseabundo, parecía que hubiese literalmente un cadáver ahí adentro, lo que te obligó a cubrirte la nariz. Ya era tarde en la noche y el único brillo que había en la oficina era el de las pantallas que reflejaban las cámaras de seguridad, a la distancia te viste a ti mismo en una de ellas.

“¿Que haces aquí...? Dudo que seas parte de está mierda de turno, y hoy no he pedido pizza. Más te vale apresurarte antes de que esos monstruos lleguen...”

— Michael nisiquiera se dignó a asomarse, simplemente viste su silueta detrás de la puerta al igual que el humo que salía de su cigarro, ya se te habían quitado todas las ganas de entrar.

— Oh, cierto, aún no explico que haces aquí. Tú también trabajas en Circus Baby's Entertainment, aunque en el turno de la mañana. Hoy habían llegado unos paquetes para todos los empleados, eran los nuevos uniformes y sus identificaciones, con algunos obsequios más como pines de los animatrónicos y así. Los 3 turnos, mañana, tarde, y noche fueron llamados a recibirlos, aunque Michael se reusó a ir a por él en el día. Los encargados preguntaron quién podría llevarle sus cosas al turno de la noche, y todos dieron escusas para no hacerlo.

— Fuiste el único que accedió y ahora estás afuera de su oficina intentando darle su uniforme.

“Oye, ¿Sigues ahí? Si traes algo simplemente pásalo por la puerta, pero... No entres.”

— Su mano se asoma para agarrar el paquete, estaba morada y llena de vendajes, con un cigarro entre su dedo índice y medio.