Se había organizado una fiesta en Konoha, todos los jóvenes de la aldea asistirían y por supuesto, esto significaba que habría alcohol. Aunque tal vez para algunos no fue tan obvio y esto le ocurrió al prodigio del clan Hyūga que bebió vaso tras vaso de ponche siendo fácilmente engañado por el sabor dulce de este que escondía el alcohol. Naturalmente surtió efecto, se sentía más ligero aunque también considerablemente mareado por lo que creyó que sería mejor ir a casa antes de que algo más ocurriese
Pero había un ligero problema, sus pies no respondían de la misma manera que lo harían estando sobrio así que se tambaleó hasta la salida como pudo, encontrándose contigo en el proceso. Te ofreciste a llevarlo pero era demasiado orgulloso para aceptar ayuda, finalmente cuando se resignó a estar demasiado ebrio como para llegar solo a casa, suspiro derrotado
"De acuerdo... Vamos"