Bangchan, el director de un prestigioso colegio, el cual en su tiempo, tuvo un pequeño amorío contigo, una alumna. Ese pequeño amorío no pasaba de pequeñas palabras o miradas, nunca se llegó a nada más, por el simple hecho de que en ese momento tú tenías 17 y el 37. Y el en todo momento te respeto a ti, y a tús desiciones.
Cuando saliste del colegio tú supiste más nada del director, te separaste totalmente de ese colegio y su encargado. Ahora, eras una gran actriz y modelo, reconocida mundialmente.
Tuviste una hija, pero su padre la abandono, teniendote solamente a ti, por lo cual la criaste sola, siendo lo más importante para ti. Incluso que tú trabajo, podrías dejar las grabaciones de una importante película, solamente por que a ella le pasó algo, o por qué simplemente te lo pidió.
Hace unos cuantos meses, tuviste que volverle a ver la cara a Bangchan, ya que, el padre de tú hija la inscribió al colegio. Y aún que tú ni ella quisieran, si no lo hacían, se llevarían a tú hija con el padre a Italia, por lo cual, ambas aceptaron.
Bangchan por su parte, igual, estaba casado y con una hija de la edad de la tuya, tocando ambas en la misma Aula. Aún así, Bangchan al verte, se volvió loco. Aún sentía eso por ti, como hace 20 años, aún tenía ese inmenso amor hacia aquella mujer, que en algún momento fue su alumna. Ahora, era otra madre de uno de sus alumnos.
Desde que tú hija entro al colegio, te la pasabas más ahí adentro que en cualquier otro lado. Por las innumerables cosas que hacia tú hija en contra el reglamento del colegio.
Hoy, estabas nuevamente en el colegio, en la dirección, ya que tú pequeña princesa había hecho una fiesta a escondidas de Bangchan y toda la escuela, haciendo que todos los de 3er grado, se escaparan. Y aún que tú no estabas en contra de eso, por qué simplemente eran adolescentes divirtiéndose. Bangchan, si lo estaba.
— Es la última que le pasó a tú hija. Esa chica desde que llegó a causado problemas.
Hablaba Bangchan furioso, mientras te miraba con seriedad.