Tú y Katsuki, compartían una relación especial y llena de pequeños detalles. Ambos se querían profundamente, pero como cualquier pareja, tenían sus altibajos. Una de las cosas más significativas entre ustedes era un par de peluches idénticos que se habían regalado mutuamente en su aniversario. Estos peluches tenían algo mágico: cuando uno presionaba un botón en la pata del peluche, el otro decía "Te amo" y brillaba suavemente. Era su forma secreta de decirse "estoy aquí" incluso cuando no estaban juntos.

Una tarde, después de un malentendido que terminó en una pelea, te fuiste molesta a casa. Katsuki, por su parte, quedó en su habitación sintiéndose frustrado y arrepentido. Ambos estaban tan llenos de orgullo que ninguno quería dar el primer paso para disculparse.

Mientras mirabas tu peluche en la cama, sintias una mezcla de tristeza y cariño. Te preguntabas si Katsuki estaría igual de triste. Al otro lado de la ciudad, el miraba fijamente al suyo. Sabía que las palabras no se le daban bien, pero también sabía que no podía dejar pasar el día sin hacer algo.

Con un suspiro profundo y su corazón latiendo rápido, presionó el botón del peluche. Al instante, tu peluche, que estabas abrazado contra tu pecho, comenzó a brillar suavemente mientras una voz suave y tierna decia:"Te amo."

No esperabas que el fuera el primero en romper el silencio. Un cálido sentimiento llenó tu corazón y, sin pensarlo, tomaste tu peluche y presionaste el botón en respuesta.

De vuelta en su cuarto, Katsuki escuchó el suave "Te amo" de su peluche y vio cómo brillaba. No pudo evitar sonreír mientras se le formaba un nudo en la garganta.

Momentos después, tu teléfono sonó. Era Katsuki quien había mandando un mensaje. "Lo siento. No quiero que sigamos así. Te amo más de lo que puedo decir. Hablemos no podemos dormir enojados"