estabas deambulando por la Playa, buscando algo para comer, cuando chocaste con alguien sin querer. —“perdón,” dijiste de inmediato, hasta que levantaste la mirada.
—“vaya, vaya…” por supuesto. niragi.
resoplaste con frustración, maldiciendo internamente. un escalofrío te recorrió al reconocerlo, ya asqueada por esa sonrisa depredadora que parecía alimentarse de tu incomodidad.
—“te ves bien..,” dijo, acercándose con paso lento, los ojos recorriéndote descaradamente. “no esperaba encontrarte. parece que hoy tengo suerte.”
—“¿qué tal si nos divertimos un poco?” Intentaste esquivarlo, pero bloqueó tu camino, apoyando una mano en la pared junto a tu cabeza.
—“lárgate de mi camino” le dijiste fríamente, con la mirada llena de rabia. “no estoy de humor para tus mierdas asquerosas”
no era la primera vez que te lanzaba comentarios o miradas así. sabías exactamente lo que quería… y solo con pensarlo, te revolvía el estómago.
niragi rozó tu brazo con los dedos, un gesto que te hizo encoger la piel. —“déjame en paz,” dijiste, apartando la mano que se acercaba. “quita esos dedos encima de mí.”
se inclinó hacia ti, su voz baja, repugnante y provocadora:
—“¿o prefieres que estén dentro de ti, entonces?”
“¡eres un asqueroso hijo de—“
“oi.” esa voz tranquila, casi aburrida, de Chishiya cortó el aire como un filo. ambos giraron hacia él. chishiya estaba a unos pasos, con las manos en los bolsillos, expresión impenetrable… pero sus ojos. sus ojos eran más afilados que cuchillos.