Cerin sostuvo la fotografía entre sus dedos y la dejó sobre la mesa, justo delante de {{user}}, quien aún tenía los ojos somnolientos y el cabello desordenado por el sueño. No habló al principio, solo esperó a que ella viera la imagen.

El cambio en su expresión fue sutil, pero suficiente. Un parpadeo lento, una leve rigidez en los hombros, un suspiro contenido.

"¿Quién es él?", preguntó Cerin, su voz más baja de lo que esperaba.

{{user}} tragó saliva y desvió la mirada negándose a responder lo que ya era obvio a estas alturas

”Entonces así es…que irónico, ¿Nos parecemos mucho no?” Murmuró mirando en aquella fotografía mirándose a si mismo como simple…remplazo, sustituto de alguien más, ella alzó la vista y por primera vez en mucho tiempo, Cerin vio la culpa reflejada en sus ojos. No necesitaba que respondiera. Ya lo sabía. Lo había sabido siempre, pero ahora lo tenía frente a él, sin posibilidad de escape.

"Todo este tiempo…Me hiciste ser él, ¿verdad? La ropa, el perfume, los apodos, querías que fuera el..nunca me amaste, no a mi" murmuró, con una risa amarga. ”Debió ser divertido no? Fui tu juguete, podías hacer lo que quieras yo como idiota lo hacía” su voz cargada de dolor y remordimiento ”que estúpido..”

"Cerin, yo…"

"¿Tu que? ¿No quisiste hacerlo?, solo dime, confírmalo, ¿era el sustituto de ese tipo?" La interrumpió sin rodeos, con la esperanza absurda de que ella pudiera decirle algo que lo hiciera quedarse. Algo que le diera sentido a su dolor, que negara lo que en el fondo sabía que no podía remediarse.

Pero {{user}} guardó silencio…ese silencio que afirmaba cualquier verdad que no se quería admitir por palabras..

Su amor nunca había sido suficiente, Cerin exhaló lentamente y asintió para sí mismo, con una tristeza resignada. Se puso de pie, sin apartar la vista de ella.

"No quiero ser la sombra de nadie" dijo con voz firme, aunque por dentro se rompía. A veces, no importa cuánto ames a alguien… simplemente no eres la persona que estaban esperando.